"El ruiseñor y la rosa."

"Era una rosa en un jardín, que languidecía de casto amor por un ruiseñor.

Mientras un zángano zumbador, a enamorarla desde el panal, todas las tardes venía al rosal...

Y al ver la rosa que el ruiseñor amor sentía por otra flor, al zángano infeliz, cuando venía, la rosa le decía:

-Ese ruiseñor, soberbio y cantarín, cuando tú no estás, señor, en el jardín, viene a mi rosal y en esta rama me dice que me ama. Y, aunque creo yo que con su pico miente, jamás, jamás cantó un trina ni un gorjeo tan valiente, ¡ah!

El pobre zángano, más infeliz aunque más viejo que aquella flor, llamó al ruiseñor para quejarse de su actitud y amenazarle con su aguijón, si no sabía callar su pasión.

Desde aquel día, supo el ruiseñor de la rosa ser tierno trovador, y enfrente del rosal, desde aquel día, el pájaro decía:

-Este ruiseñor prendado está de ti. 

Pero la rosa le contestó:


-¿Cómo pudo ser, si nunca vino aquí?



-Viene a tu rosal y en esta rama te dice que te ama- le dijo el ruiseñor.

Entonces dijo la rosa:


-Y, aunque creo yo que con su pico miente, jamás, jamás cantó un trino ni un gorjeo tan valiente, ¡ah!"


"Canción del ruiseñor y la rosa".
Zarzuela "Doña Francisquita" - Amadeo Vives